viernes, 9 de diciembre de 2011

Demanda de Dinero segun Keynes por Miguel Ángel Mosco Montes

     La demanda de dinero explica los motivos por los que los individuos deciden guardar una parte de su riqueza en forma de dinero, renunciando a la rentabilidad que podrían obtener si colocaran tales recursos en otros activos. Cuando el dinero es un bien sin un valor intrínseco en sí mismo, puede parecer paradójico que exista una demanda de dinero en vez de, en todo caso, de los bienes que se pueden adquirir con ese dinero. Para entender la demanda de dinero, es preciso recordar que la liquidez de un activo es la facilidad con que puede convertirse en el medio de cambio de la economía.
 
Demanda de dinero en el pensamiento keynesiano

Keynes clasificaba en tres los motivos por los que los sujetos económicos desean mantener saldos líquidos:

1.    Motivo transacción: abarca la liquidez necesaria para poder hacer frente a las transacciones cotidianas. Las personas necesitan conservar una cierta cantidad de dinero para realizar las transacciones ordinarias. Como norma general, el saldo monetario medio que una persona debe mantener para fines de transacción, disminuye al aumentar la frecuencia de sus ingresos. También se puede afirmar que el saldo monetario que los ciudadanos, en conjunto, desean mantener con fines transacción depende directamente del nivel de renta. No parece ser muy sensible a los tipos de interés.

2.    Motivo precaución: para hacer a contingencias imprevistas. Keynes pensaba que no dependía del tipo de interés, aunque posteriormente algunos discípulos suyos como Harrod han puesto en cuestión esta afirmación.

3.  Motivo especulación: el inversor que espera que el tipo de interés suba a corto plazo y por tanto, disminuya la cotización de los bonos, preferirá mantener sus ahorros en forma de dinero a la espera que se produzca efectivamente ese aumento del tipo de interés. Siempre que el interés esperado sea mayor que el vigente, los inversores mantendrán sus ahorros en forma de dinero, por lo que la demanda de dinero por motivo especulación estará inversamente relacionado con el tipo de interés. Cuanto mayor sea este, menos probable será que el inversor espere que el tipo de interés vaya a subir en el futuro. Este motivo de demanda de dinero fue una completa innovación de Keynes que no era contemplado por los clásicos, que negaban por tanto cualquier relación de la demanda de dinero con los tipos de interés.

     Existe un interés crítico por debajo del cual ningún inversor espera que el tipo de interés vaya a bajar, sino que por el contrario espera que en todo caso va a subir, por lo que todos los inversores deciden mantener sus ahorros en forma de dinero a la espera que el tipo de interés vuelva a subir. En esa situación, por más dinero que se emita, no hará descender el tipo de interés, puesto que los inversores mantendrán el nuevo dinero en forma líquida, a la espera que vuelva a subir el tipo de interés: se entra en una situación que se ha denominado "trampa de la liquidez" en la que por más dinero que se inyecte a la economía, el tipo de interés no puede bajar.

     Combinando todos los factores estudiados se llega a la conclusión de que la demanda de dinero es un función que básicamente depende de dos factores, la renta monetaria y los tipos de interés.

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